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¿Qué no debo comer en absoluto durante la lactancia materna?

A veces, cuando estás embarazada, y también durante la lactancia, parece que todo el mundo está empeñado en decirte qué debes y no debes comer. También existen muchos mitos y no todos los consejos que recibes merecen ser tenidos en cuenta. Felizmente se ha hecho mucha investigación científica sobre la relación entre lo que comen y beben las madres que amamantan y la salud de su bebé. En este artículo te contamos qué es mejor no comer durante la lactancia materna. 

 

Lactancia materna ¿qué no comer?

 

1. Cafeína

¿El día se te hace muy cuesta arriba, como a muchas mujeres, si ni puedes empezarlo con un rico café? ¿O te encantan el té, la cocacola o las bebidas energéticas? No tienes que privarte por completo de la cafeína durante la lactancia materna -¡uff! - si bien los expertos te aconsejan reducir su consumo a un mínimo. Esto viene a ser como mucho:

  • una taza de café al día
  • o dos tazas de té
  • o un vaso de cocacola
  • o un vaso de bebida energética

2. Alcohol

Sobra decirte que el alcohol y un embarazo saludable no se compaginan. ¿Pero qué ocurre durante la lactancia? En este caso te tenemos una buena noticia: no tienes que eliminar el alcohol de tu dieta, pero – y ahora vamos al grano – intenta no tomar más de dos vasos por semana. Sin embargo, pasar del alcohol durante la lactancia sigue siendo lo mejor para tu bebé. Si de vez en cuando te apetece echarte un vaso o una copa, es preferible que esperes por lo menos tres horas antes de dar el pecho. 

3. Pescado graso y depredadores

Según los expertos, no debes comer más de dos veces por semana sardinas, salmón, arenques y otros pescados grasos. De esta manera evitarás que tu bebé ingiera más dioxinas de las que puede procesar. De preferencia, tampoco comas nada de peces depredadores (como atún, bonito, caballa, pez espada o anguila) porque pueden contener cantidades dañinas de metales pesados. 

4. Algunas hierbas y especias

El aloe, el hinojo y el anís contienen toxinas que no afectan a los adultos, pero sí a los bebés. Obviamente, también tienes que evitar infusiones hechas con estas hierbas y especias.

5. Todo lo que a tu bebé le cuesta digerir

Si tu bebé sufre de retortijones intestinales, éstos pueden ser atribuibles a lo que tú, su mamá, comes. Consejo: anota todo lo que comes en un diario de alimentos. Esto te permitirá comprobar si existe una relación.